- El xenón (Xe) es uno de los gases nobles de la tabla periódica de los elementos, que existe en la atmósfera. Fue descubierto por W. Ramsayy M. W Travers en 1898.
Aplicado a la iluminación, las luces de xenón han sido la siguiente evolución a las lámparas halógenas en los vehículos. Fueron introducidas por primera vez para las luces de cruce en 1991 por la empresa Osram en el BMW Serie 7. La luz en el interior de estas lámparas se genera gracias a un arco voltaico de aproximadamente 30.000 voltios entre dos electrodos de tungsteno que están situados dentro de una cámara de vidrio. Esta cámara contiene en su interior el propio gas xenón mezclado con otras sales de metales halogenizadas. En función de la composición química de la mezcla, el color de la luz será más o menos azulado. Para el encendido se precisa de un impulso de alta tensión, que lo crea por medio de un balastro electrónico. Este dispositivo se encarga acto seguido del control de intensidad de la luz.
Las ventajas de las luces de xenón frente a las halógenas son las siguientes: El rendimiento luminoso es hasta tres veces superior con el mismo consumo de corriente. El alcance y la zona de dispersión mediante las lentes del proyector es mayor por lo que se puede iluminar una mayor zona de la calzada. La vida útil de una lámpara de xenón se sitúa entorno a las 2.500 horas lo que equivale a cinco veces más que una lámpara halógena.
Aplicado a la medicina como anestesia, el gas xenón es un elemento «inagotable y ecológico», ya que está en la atmósfera, y cuya principal ventaja es que no tiene efectos residuales en el paciente, que despierta de forma rápida y «sin sensación de resaca» ya que expulsa la misma cantidad que recibe para ser dormido. El xenón se ha utilizado en forma experimental en anestesia desde el año 1950, y se ha demostrado en cientos de pacientes quirúrgicos su seguridad y efectividad. El Xe además de producir analgesia tiene la capacidad de producir hipnosis y amnesia. Los beneficios del uso del gas Xe como anestésico es que es 100% natural extraído a partir del aire ambiente. Es un gas inerte que no se metaboliza por lo que la recuperación es más rápida. Tiene una solubilidad baja y de rápida eliminación. No es tóxico y no afecta al medio ambiente cuando se libera a la atmósfera: no contribuye a la destrucción de la capa de ozono ni al afecto invernadero.
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